L@s alumn@s a pesar de estar confinados en sus casas debido a la situación actual , han seguido trabajando sobre el tema VIOLENCIA DE GÉNERO EN LA RED, han recopilado información a través precisamente de la red (internet) y han seleccionado una serie de vídeos y artículos que los exponen a continuación :
Vídeos.
https://youtu.be/ub9rWnmiq_gn.
https://youtu.be/WbnxzVW6ngo
https://youtu.be/phOX_v98G4Y
https://youtu.be/2VnYu0gqBKY
https://youtu.be/6_h5WHvKSr8
VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN INTERNET
EN 2018
Twitter y el silenciamiento de las mujeres en Internet
Las redes sociales permiten que personas de todo el mundo se
expresen participando en debates, entablando contactos y compartiendo
información. Pero en 2018, las mujeres vienen denunciando de forma creciente
una amenaza en particular a su derecho a la libertad de expresión en las
plataformas de las redes sociales: la proliferación de la violencia y los
comportamientos abusivos en línea.
AUTOCENSURA
Muchas de las mujeres que hablaron con Amnistía Internacional
como parte de nuestra investigación sobre
este problema dijeron que la violencia y los comportamientos abusivos
abundan en la red social Twitter, a menudo con escasa rendición de cuentas. La
violencia y los comportamientos abusivos que sufren muchas mujeres en Twitter
menoscaban su derecho a expresarse en condiciones de igualdad y libertad y sin
temor. Estas experiencias no sólo no contribuyen a fortalecer la voz de las
mujeres, sino que las obligan a autocensurar sus mensajes y a limitar sus
interacciones en Internet. En algunos casos, les hacen abandonar
definitivamente Twitter.
En un momento decisivo en el que mujeres de todo el mundo
están usando su poder colectivo para alzar la voz y amplificarla a través de
las redes sociales, Twitter no respeta adecuadamente los derechos humanos ni
aborda de forma efectiva la violencia y los comportamientos abusivos en su
plataforma. Esto significa que, en lugar de usar sus voces para impulsar
cambios en el mundo, muchas mujeres se ven forzadas a retroceder a una cultura
de silencio.
© Pablo
Cuadra/G
EL 23% DE MUJERES ENCUESTADAS EN OCHO
PAÍSES HAN EXPERIMENTADO ABUSOS O ACOSO EN INTERNET
La violencia y los comportamientos abusivos contra las mujeres
en Twitter adoptan diversas formas: amenazas directas o indirectas de violencia
física o sexual; insultos dirigidos a uno o varios aspectos de la identidad de
una mujer, como los de carácter racista o transfóbico; acoso selectivo;
atentados contra la intimidad como el doxeo (divulgación en Internet de datos
privados que revelan la identidad de una persona con el fin de causar alarma o
malestar); y la divulgación de imágenes sexuales o íntimas de una mujer sin su
consentimiento.
El objetivo de esta violencia y de estos comportamientos
abusivos es crear un entorno hostil en Internet para las mujeres con el fin de
avergonzarlas, intimidarlas, degradarlas, menospreciarlas y, en última
instancia, silenciarlas.
Este año, Amnistía Internacional actuó para abordar esta
peligrosa tendencia que amenaza la capacidad de las mujeres para participar
libremente en la esfera pública. El informe de Amnistía Internacional #ToxicTwitter:
Violence and Abuse against Women Online concluía
que las mujeres son víctimas de violencia y comportamientos abusivos en Twitter
por diversas razones. Unas veces por alzar la voz sobre ciertas cuestiones... a
menudo feministas. Otras, porque son figuras públicas.
Aunque personas de todos
los géneros pueden experimentar violencia y comportamientos abusivos en
Internet, los que sufren las mujeres suelen ser de naturaleza sexista o
misógina, y las amenazas en Internet de violencia contra las mujeres están a
menudo sexualizadas e incluyen referencias explícitas a su cuerpo. Las mujeres
que viven formas múltiples y entrecruzadas de discriminación fuera de Internet
suelen encontrarse con que la violencia y los comportamientos abusivos en
Internet también están dirigidos contra sus identidades diferentes. Las
personas no binarias también están expuestas a sufrir comportamientos abusivos
selectivos y misóginos en línea por no ajustarse a las normas de género.
Las normas de Twitter sobre conductas de odio y
comportamientos abusivos están concebidas para orientar y aclarar qué conductas
considera la empresa aceptables en la red social. Sin embargo, aunque la
“política relativa a las conductas de incitación al odio” de Twitter abarca
muchos tipos de comportamientos abusivos que afectan a los derechos de las
mujeres, de poco sirve a las mujeres que usan Twitter si en la práctica no se
aplican de forma sistemática.
Muchas mujeres han dicho a Amnistía Internacional
que cuando denuncian comportamientos abusivos en Twitter lo habitual es
encontrarse con la inacción y el silencio de la empresa. Una de las
repercusiones más perjudiciales de esta combinación de inacción y falta de
coherencia a la hora de responder a las denuncias de abusos es su efecto
pernicioso en las denuncias de estas experiencias que hagan las mujeres en el
futuro.
Las mujeres que son víctimas de comportamientos abusivos cargan con el
peso de tener que denunciarlos. Esto no sólo lleva tiempo, sino que también
tiene un coste emocional para las mujeres. Si una mujer tiene —o sabe de otras
personas que tienen— experiencias negativas al denunciar comportamientos
abusivos a Twitter, es menos probable que haga el esfuerzo de denunciarlos.
Twitter debería evaluar, de forma continua y proactiva, la
manera en que sus políticas y prácticas afectan a los derechos de las personas
usuarias respecto a la libertad de expresión y de opinión, así como a otros
derechos, y tomar medidas para mitigar o prevenir las posibles repercusiones
negativas. También es fundamental que Twitter sea transparente en lo relativo a
sus políticas y prácticas, y a las medidas que adopte para identificar y
abordar los abusos contra los derechos humanos.
A pesar de algunas mejoras, Twitter no asume adecuadamente su
responsabilidad de respetar los derechos humanos en el contexto de la violencia
y los comportamientos abusivos contra mujeres en su plataforma. Las medidas que
ha adoptado no bastan para atajar la magnitud y la naturaleza del problema.
Las mujeres tienen derecho a vivir sin discriminación y
violencia. También tienen derecho a expresarse libremente, tanto dentro como
fuera de Internet. Es evidente que las políticas y prácticas de Twitter no
respetan estos derechos.
Garantizar que todas las personas pueden participar en
Internet libremente y sin miedo a la violencia y a los comportamientos abusivos
es fundamental para garantizar el ejercicio efectivo del derecho a la libertad
de expresión. El efecto silenciador y censor de la violencia y los
comportamientos abusivos contra las mujeres en Twitter puede tener
repercusiones de gran alcance y perjudiciales en la forma en que las mujeres,
sobre todo las más jóvenes y las procedentes de comunidades marginadas, ejercen
plenamente su derecho a participar en la vida pública y a expresarse libremente
en Internet en el futuro.
En 2019, Twitter, como empresa, deberá tomar medidas para
asumir su responsabilidad de respetar todos los derechos humanos, incluidos los
derechos de todas las personas a no sufrir discriminación y a la libertad de
expresión y de opinión. Deberá demostrar que escucha las voces de las mujeres y
que toma medidas concretas para evitar que se cometan abusos contra esos
derechos o que contribuyan a que se cometan. Esto incluye actuar para
identificar, prevenir, abordar y rendir cuentas por los abusos contra los
derechos humanos ligados a sus operaciones.
Es posible poner fin a la violencia y los abusos contra las
mujeres de esta magnitud. Ante todo, Twitter debe cumplir sus propias políticas
sobre comportamientos que incitan al odio y a los abusos. Aunque la empresa
afirma que “no tolera conductas que acosen, intimiden o usen el miedo para
silenciar la voz de otra persona”, esto es exactamente lo que les está pasando
a muchas mujeres que usan su plataforma.
Twitter debe divulgar públicamente información completa y
significativa acerca de la naturaleza y el grado de la violencia y los abusos
contra las mujeres —y también contra otros grupos— en la plataforma y de cómo
responde la empresa ante ello.
Debe mejorar sus mecanismos de denuncia para garantizar la
aplicación sistemática de sus propias normas y una mejor respuesta a las quejas
de violencia y comportamientos abusivos.
Por último, Twitter debe ofrecer más claridad en lo referente
a cómo interpreta e identifica la violencia y los comportamientos abusivos en
la plataforma y cómo gestiona las denuncias de estos abusos. Debe tomar medidas
mucho más proactivas para educar a usuarios y usuarias, y concienciar sobre las
características de seguridad y privacidad de la plataforma que contribuirán a
que las mujeres tengan en Twitter una experiencia más segura y menos tóxica.
La inacción de Twitter en 2019 silenciaría en la práctica a
las mujeres. Por tanto, la empresa debe tomar con carácter urgente estas
medidas concretas para abordar el problema de una vez por todas.
VIOLENCIA DE GÉNERO ENTRE ADOLESCENTES
Así
es la violencia que sufren las adolescentes en redes sociales
El uso constante del móvil y las redes sociales ha creado nuevas formas de
violencia y control, donde las chicas siguen siendo las víctimas en su mayor
parte.
El control de las contraseñas o del móvil de la pareja, prohibirles hablar
por Whatsapp con determinada persona o vigilar si están conectadas son parte de
las nuevas formas de violencia
machista entre los adolescentes. Pueden llegar a obligar a la pareja a
eliminar una foto de sus redes sociales, o amenazar con publicar algún vídeo
comprometido.
Dentro de la investigación 'Violencias
de género en entornos virtuales' (2018), que ha trabajado con 4.536
adolescentes de entre 13 y 17 años de toda España, se evidenció que también en la
vida digital los chicos controlan más a sus parejas que las chicas.
Esta 'nueva' realidad se da desde que existe el universo de los medios
sociales y la presencia constante de los menores de edad en internet. En el
siguiente gráfico, una muestra representativa de jóvenes de Baleares que
respondieron a preguntas sobre control de la pareja:
Otra investigación, publicada en 2015 por el Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad ya detectó que los adolescentes están
acostumbrados a percibir ideas del amor romántico que derivan en actitudes
machistas: el 35,8% de las chicas y el 36,8 de los chicos han escuchado muchas
veces el consejo aquel de que "los celos son una expresión del amor". Y proceden
mayoritariamente de adultos. De ese mismo estudio se desprendía que
el 25,1% de las chicas reconocía haber sufrido control a través del móvil.
El príncipe azul y el porno, sus referencias
La sociedad ha avanzado mucho en materia de feminismo, pero la
socialización de la juventud no ha variado tanto: las adolescentes de hoy
encuentran sus referencias en películas en las que seguía imperando "el ideal del amor
romántico, el príncipe azul y la idea de cuidar a un chico que tenga
problemas", explica Ángeles Rebollo, profesora, experta en Educación en la
Universidad de Sevilla y una de las coordinadoras de la investigación
'Violencias de género en entornos virtuales'. En cambio, para ellos el referente
en la educación sexual sigue siendo la pornografía.
Tras los numerosos estudios que evidencian este fenómeno, las
administraciones públicas comienzan a ponerse las pilas. El ministerio llevó a
cabo una campaña en 2018 dirigida a los jóvenes y titulada con el
'hastag' #Puesnolohagas, que incluía mensajes
como el del siguiente vídeo.
Ante este 8 de marzo lo que las expertas demandan es trabajar más con los chicos en el desarrollo de
sus emociones. Todo sin "abandonar" a las chicas, y sin que adopten actitudes
contraproducentes, como usar también la violencia como respuesta a presiones
masculinas.
El Instituto Andaluz de la Mujer, organismo público que quiere eliminar Vox
y sobre el que ha vertido algún que otro bulo, refleja este fenómeno
de "la princesa guerrera" en su guía para profesionales que trabajan con
adolescentes. La socióloga Carmen Ruiz Repullo nos explica que esta reacción se
da en algunos casos y en una fase inicial de la relación sentimental con el
chico, según su experiencia en el trabajo con jóvenes: "Las chicas no son
absolutamente sumisas desde el principio, algunas responden así al
principio". Para ella, lo más importante es conseguir que los chicos no
"agredan", y en que las chicas "se reapropien de sus cuerpo y su
sexualidad".
Perciben más violencia de la que dicen sufrir
Un 2,3% de las víctimas de violencia de género son menores de edad. Este
dato hace referencia a aquellas mujeres sobre las que se dicta una orden de
protección y que el ministerio de Justicia recoge en su registro. Pero el bajo
porcentaje no debería engañarnos: los adolescentes reconocen presenciar más
violencia en internet y las redes sociales que la que dicen sufrir o ejercer.
Los adolescentes perciben
más violencia en internet y las redes sociales que la que dicen sufrir o
ejercer
Los patrones de género se trasladan al entorno virtual, y este agrava los
efectos de la violencia: lo digital permanece y la reputación de una chica
puede circular de móvil en móvil a la velocidad de un reenvío de Whatsapp.
Las chicas son mayoritariamente las víctimas de violencia también en el mundo
digital, mientras que los chicos son agresores con más probabilidad también
según el estudio coordinado por Ángeles Rebollo y Trinidad Donoso-Vázquez. En
las encuestas, la violencia sexual que ejercen es muy inferior a la que admiten
en los talleres: "Los estudiantes no reconocen algunas formas de violencia
que están practicando", concluye Rebollo.
¿Qué otras formas de violencia hay en el entorno digital?
"Bromean con la violencia, hacen comentarios y chistes sobre la
violencia contras las mujeres", detalla la investigadora. También es
común compartir la foto de una chica entre amigos añadiendo todo tipo de
comentarios, hacer memes o dar un uso sexual de la misma. A partir del trabajo
con adolescentes en el entorno digital, explica, una joven puede ser machacada tanto
por guapa y por tener relaciones sexuales con varios chicos como por lo contrario:
"¿Cómo encuentras el espacio en el que ser chica si estás permanentemente
siendo evaluada?", apunta Rebollo.
El 37% de los jóvenes dicen
haber ejercido violencia con las que no cumplen con los típicos roles femeninos
En ese sentido, cerca del 37% de los encuestados dicen haber ejercido violencia con aquellas que
no cumplen con los típicos roles o estética femenina.
La violencia en el universo digital de los adolescentes también se da en la
pareja: el 75% dijo haber presenciado violencia de forma ocasional o
frecuente. Lo grave, afirma Rebollo, es lo normalizada que tienen estas vivencias. De hecho, aunque la
mayoría de los que presenciaron reaccionaron defendiendo o ayudando a la
persona agredida, lo que preocupa a las investigadoras es el 30% que admite no haber
hecho nada.
Hay una cosa que sí ha cambiado, según las investigadoras: a ellas se les ha
educado en la libertad, son conscientes de que son libres e iguales. El problema viene después,
cuando se topan con la realidad.
Violencia
de Género digital
Desde un concepto
amplio de las formas de violencia sobre la mujer o el hombre, entendiendo por
tales todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino o
masculino, que tenga o pueda tener como
resultado un daño o sufrimiento físico, sexual psicológico para la mujer o el
hombre, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación
arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la
vida privada, tal y como se recoge en la Declaración sobre la eliminación de la
violencia contra las personas aprobada por la Resolución de la Asamblea General
de las Naciones Unidas 48/104 del 20 de diciembre de 1993; hay que tener en
cuenta nuevas formas de violencia de género que están surgiendo como
consecuencia de la aparición y desarrollo de las nuevas tecnologías.
Todas
estas conductas de violencia de género que se ejercen a través de las nuevas
tecnologías, de las redes sociales o de Internet las podemos englobar bajo la
denominación de violencia de género digital.
Esta nueva forma de
ejercer violencia de género particularmente está afectando a colectivos
vulnerables como el de la adolescencia. Así se refleja en las cifras del
estudio realizado por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género “El ciberacoso como forma de ejercer la violencia de
género en la juventud: un riesgo en la sociedad de la información y del
conocimiento”
en el que se muestra un aumento de las conductas de
violencia de género digital en adolescentes.
Entre estas conductas,
el ciberacoso supone una forma de limitación de la libertad que genera
dominación y relaciones desiguales entre hombres y mujeres que tienen o han
tenido una relación afectiva; supone una dominación sobre la víctima mediante
estrategias humillantes que afectan a la privacidad e intimidad, además del
daño que supone a su imagen pública.
Se produce generalmente sin que haya
coincidencia física, la reiteración se convierte en la estrategia de invasión
de la intimidad más utilizada por los acosadores. Por ejemplo, la insistencia
en el envío de mensajes o las peticiones recurrentes para conseguir algo se
convierte en la fórmula para acosar a la víctima. O tras la ruptura de la
pareja, l@s ciberacosadores utilizan Internet para alcanzar a la víctima,
siendo la estrategia comunicativa utilizada el chantaje emocional, para lograr
volver a mantener una relación directa con la víctima.
Es importante incidir
en esta nueva forma de ejercer violencia de género, ya que es frecuente, sobre
todo en la adolescencia y la juventud, una percepción muy baja de sus efectos
perniciosos que son entendidos como molestias irrelevantes o inocuas.
Internet y las redes
sociales constituyen un ámbito en el que la población más joven se encuentra
muy cómoda y en el que desarrolla sus capacidades y relaciones sin las
limitaciones impuestas en otros ámbitos. Por ello, determinados patrones de uso
de Internet que pueden ser interpretados como prácticas de riesgo, tales como
intercambiar información o imágenes privadas, el control por parte de la pareja
a través de las redes sociales, quedar con un desconocido por internet etcétera
no se perciben como un peligro, sino como algo “normal”.
La velocidad a la cual
avanza internet y las nuevas tecnologías son vertiginosas. Se debe promover un
buen uso de las TIC para evitar que siga avanzando esta nueva manera de ejercer
violencia de género.
Podrían ser signos que
indican que se está produciendo violencia digital los siguientes:
•
Acosar o controlar a tu pareja usando el móvil
•
Interferir en relaciones de tu pareja en Internet con otras personas
•
Espiar el móvil de tu pareja
•
Censurar fotos que tu pareja publica y comparte en redes sociales
•
Controlar lo que hace tu pareja en las redes sociales
•
Exigir a tu pareja que demuestre dónde está con su geolocalización
•
Obligar a tu pareja a que te envíe imágenes íntimas
•
Comprometer a tu pareja para que te facilite sus claves personales
•
Obligar a tu pareja a que te muestre un chat con otra persona
•
Mostrar enfado por no tener siempre una respuesta inmediata online
Más información sobre
cómo detectar y prevenir la violencia de género digital;
·
Campaña PantallasAmigas “Diez formas de violencia de
género digital” con la colaboración de Twitter.
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